Top 5: Malos como la peste
Ya que Luciana sacó el tema, creo que lo mejor es ir con un Top 5 para repasar algunos de los peores enemigos que guardo en mi lista de preferidos. He aquí el grupo de sátrapas:
Puesto número 5
Alex Forrest Femme fatale, atractiva, provocadora, buena en la cama pero más loca que una bolsa de gatos. La rubia de Atracción Fatal es lo que todo marido que comete adulterio busca y además, lo que más teme. Para las mujeres, representa las ganas de decir: "Jodéte, vos te lo buscaste". |
Puesto número 4
Stansfield El agente de la DEA que manda a matar a la familia de una Natalie Portman en su pubertad es un verdadero asco. Poli corrupto y encima insensible. Matón de cuarta, desconfiado y desconfiable, no para de "polvearse la nariz" ni muestra un gramo de corazón cuando apunta a la cabeza de la niña. He aquí un verdadero hijo de... su buena madre. |
Puesto número 3
Annie Wilkes Sos escritor, venís en el auto por una ruta de Colorado, hace un frío de la samputa y nieve es lo que sobra. Te estrolás y te quebrás una pierna. Obviamente, te encantaría tener asistencia médica pero estás en el culo del mundo y creeme... no querrás que te atienda la enfermera más cercana porque si no hacés lo que ella dice, el invierno sólo cambia su tercer letra. Mensaje subliminal: las sagas sólo pueden empeorar las cosas. |
Puesto número 2
Agente Smith Éste es el peor tipo que te podés cruzar. Usa tu cuerpo como quiere, puede romper las reglas universales a su antojo, siempre está diez pasos adelante y, seamos sinceros: ¿quién puede ser más malo que una "persona" que quiere destruir al mundo? Claro, nos referimos al simulacro de la Matrix que casualmente se parece tanto al universo del espectador. Lo cierto es que Smith es uno de los que mete más miedo en el sci-fi. Sarcástico, hostil, frío como el témpano que hundió al Titanic: no hay salida cuando este tipo te agarra. Tomó tres películas reventarlo. |
Puesto número 1
Hans Landa Como enemigo es demasiado groso. Al tremendo hijo de perras de Inglorious Basterds no podés dejar de reconocerle su lengua sagaz, inductiva e inteligente. Así como es de rápido, también es efectivo: ante la duda, no duda (valga la redundancia) en gastar una bala y ¡Au revoir, Shoshanna! Más desleal que el propio Judas, cuando se viene la hecatombe, se da vuelta como una tortilla de diez pisos. Egoísta y chapucero, siempre actúa en pos de su beneficio y si te prometió que la ibas a zafar, andá a cantarle a Magolla. |