Resoluciones de Fin de Año que naufragan en febrero
En diciembre, parte de las condiciones para que el fin de año sea llevadero es el armado de metas para los doce meses subsiguientes. Las resoluciones de fin de año son la luz al final del túnel, la esperanza de que podemos ser mejores. El ansiado enero se asoma y la vida es animada, descontracturada, aunque aparezcan obstáculos para sostener esta “nueva yo”. Pero ya para el segundo mes del año es probable que tus resoluciones se hayan ahogado en el mar. ¿Algo de esto te suena familiar?
Redacción: Lucía Fortunati
Redacción: Lucía Fortunati
1) Ser una mujer autónoma
Diciembre: No necesitás del amor. Sos una persona plena y te dan lástima aquellas que necesitan que un novio las complete. Los hombres sólo quiebran tu armonía con el cosmos. Enero: Tu apología de la soltería comienza a mostrar sus grietas, afloran llantos incontenibles con películas como Diarios de una pasión. Febrero: Ya llamaste a tu ex y pediste apoyo moral a tus amigas. San Valentín sola ni a palos. 2) Hacer (más) ejercicio. Diciembre: Ya tenés todo programado: lunes pilates, martes natación, miércoles gimnasia artística, jueves salir a correr y viernes clases de pole-dance. |
Enero: Hacés hermosas caminatas por la playa al atardecer… los dos primeros días de vacaciones.
Febrero: ¿Ejercicio? El mental que se necesita para acordarte dónde queda Sony en el nuevo esquema de canales de tu operador de cable
3) Llevar una vida despojada de lo material
Diciembre: El mundo capitalista que nos rodea lleva a que compremos más cosas de las que necesitamos. Sólo hay que tomar distancia de las tendencias materialistas que pretenden imponernos. Si fuera por vos, esta construcción cultural que llamamos navidad sería sin regalos, sólo abrazos y té verde.
Enero: El sólo hecho de compartir el placard del depto en Mardel con tus amigas ya empieza a agotarte la paciencia. Todo bien con que a Luli le quede el vestido negro mejor que a vos pero no pasemos la línea.
Febrero: No quedó canasto sin revisar en las liquidaciones, arrasaste con toda. Ojo, eh... Es sólo para no gastar tanta plata la temporada que viene.
4) Comer sano y variado.
Diciembre: Llegaste al cuerpo de bikini/trikini/monokini tan ansiado desde septiembre siguiendo la dieta del acordeón húngaro. Eso sí… este 2012 no te va a volver a pasar lo mismo. Comer sano todo el año no es difícil si uno se lo propone. Ahora que sabés los tips del acordeón vas a llegar a septiembre como para bailar por un sueño.
Enero: Comienzan a alternarse los jugos de maracuyá y pepino con la cerveza y el manicito tan queridos. Pero vos lo controlás, seguís en equilibrio gracias a los tips de tu súper dieta.
Febrero: Tiraste el bastón de apio por la ventana y volviste a tu conducta autodestructiva habitual. ¡Ni recuerdos de ese plan alimenticio del corno francés o no sé qué carajo!
5) Leer un libro al mes.
Diciembre: Todo el año a las corridas y con tan poco tiempo para cultivarte intelectualmente. Si sos una mujer curiosa y que siempre quiere aprender algo nuevo ¿Qué mejor modo de hacerlo que aumentando la cantidad de lecturas?
Enero: Ya largaste la saga Millenium por la mitad del primer capítulo. La biografía de Steve Jobs quedó impoluta y sólo lograste avanzar con el horóscopo para el 2012 de Ludovica Squirru en un intento por convencerte de que este 2012, año del dragón de agua, va a ser el tuyo.
Febrero: Ya reincidiste y ahora te dedicas exclusivamente a las revistas del corazón. Hiciste todos los tests correspondientes para ver si el vecino de tu prima va a ser tu amor ideal ¿Para qué engañarnos? La resolución para el 2012 te la habías copiado de un artículo de la Cosmo.
Febrero: ¿Ejercicio? El mental que se necesita para acordarte dónde queda Sony en el nuevo esquema de canales de tu operador de cable
3) Llevar una vida despojada de lo material
Diciembre: El mundo capitalista que nos rodea lleva a que compremos más cosas de las que necesitamos. Sólo hay que tomar distancia de las tendencias materialistas que pretenden imponernos. Si fuera por vos, esta construcción cultural que llamamos navidad sería sin regalos, sólo abrazos y té verde.
Enero: El sólo hecho de compartir el placard del depto en Mardel con tus amigas ya empieza a agotarte la paciencia. Todo bien con que a Luli le quede el vestido negro mejor que a vos pero no pasemos la línea.
Febrero: No quedó canasto sin revisar en las liquidaciones, arrasaste con toda. Ojo, eh... Es sólo para no gastar tanta plata la temporada que viene.
4) Comer sano y variado.
Diciembre: Llegaste al cuerpo de bikini/trikini/monokini tan ansiado desde septiembre siguiendo la dieta del acordeón húngaro. Eso sí… este 2012 no te va a volver a pasar lo mismo. Comer sano todo el año no es difícil si uno se lo propone. Ahora que sabés los tips del acordeón vas a llegar a septiembre como para bailar por un sueño.
Enero: Comienzan a alternarse los jugos de maracuyá y pepino con la cerveza y el manicito tan queridos. Pero vos lo controlás, seguís en equilibrio gracias a los tips de tu súper dieta.
Febrero: Tiraste el bastón de apio por la ventana y volviste a tu conducta autodestructiva habitual. ¡Ni recuerdos de ese plan alimenticio del corno francés o no sé qué carajo!
5) Leer un libro al mes.
Diciembre: Todo el año a las corridas y con tan poco tiempo para cultivarte intelectualmente. Si sos una mujer curiosa y que siempre quiere aprender algo nuevo ¿Qué mejor modo de hacerlo que aumentando la cantidad de lecturas?
Enero: Ya largaste la saga Millenium por la mitad del primer capítulo. La biografía de Steve Jobs quedó impoluta y sólo lograste avanzar con el horóscopo para el 2012 de Ludovica Squirru en un intento por convencerte de que este 2012, año del dragón de agua, va a ser el tuyo.
Febrero: Ya reincidiste y ahora te dedicas exclusivamente a las revistas del corazón. Hiciste todos los tests correspondientes para ver si el vecino de tu prima va a ser tu amor ideal ¿Para qué engañarnos? La resolución para el 2012 te la habías copiado de un artículo de la Cosmo.