Game of Thrones: siempre se puede estar peor
Con un Golden Globe y un Emmy en la valija, Game of Thrones es la nueva máquina de hacer dinero de HBO que inspira e influye
Texto: Luciana Fernández Verbena
Texto: Luciana Fernández Verbena
Game of thrones es una más de las mega producciones norteamericanas basadas en narraciones literarias. En este caso, la serie está inspirada en la saga fantástica A song of ice and Fire de R.R. Martins y, casualmente, el primer libro se llama Game of thrones. Pareciera ser que los guionistas, directores, creativos se están quedando sin ideas. Últimamente, toman muchas prestadas del mundo de la literatura. No los juzgo, la realidad es que es más fácil producir así y encima son éxitos asegurados, no sólo para el director sino que también lo es para el escritor (un ejemplo de éxito muy cercano es Millenium parte I, de David Fincher).
La serie ya es ganadora de un Golden Globe y un Emmy aparte de ser una de las más influyentes en Estados Unidos. Tal es así que ha inspirado al diseñador de moda Helmut Lang en su nueva línea de ropa. Pero, sin irnos tan lejos, en nuestra Feria del Libro, tuvimos la réplica del trono de hierro, símbolo indiscutido de la producción.
Para los que todavía no la vieron
La historia de Game of Thrones nos hace viajar a la Edad Media, un universo complejo donde lo real se envuelve de fantasía y la superstición es una religión aparte. Muchos personajes imaginarios de leyendas medievales -dragones, unicornios, centauros y sirenas, entre otros- reviven en este semanario de la TV prepaga. La serie aprovecha nuestra familiarización con esos mitos que pueblan nuestras tradiciones de castillos, princesas y valientes caballeros: material infinito para escritores y directores de cine.
La serie ya es ganadora de un Golden Globe y un Emmy aparte de ser una de las más influyentes en Estados Unidos. Tal es así que ha inspirado al diseñador de moda Helmut Lang en su nueva línea de ropa. Pero, sin irnos tan lejos, en nuestra Feria del Libro, tuvimos la réplica del trono de hierro, símbolo indiscutido de la producción.
Para los que todavía no la vieron
La historia de Game of Thrones nos hace viajar a la Edad Media, un universo complejo donde lo real se envuelve de fantasía y la superstición es una religión aparte. Muchos personajes imaginarios de leyendas medievales -dragones, unicornios, centauros y sirenas, entre otros- reviven en este semanario de la TV prepaga. La serie aprovecha nuestra familiarización con esos mitos que pueblan nuestras tradiciones de castillos, princesas y valientes caballeros: material infinito para escritores y directores de cine.
Cuál es el secreto del éxito de esta ficción
Desde que estrenó Game of Thrones el año pasado, el hilo principal de la historia es la puja constante entre las grandes familias del reino por la posesión del tan preciado trono de hierro. Paralelamente, se van entrelazando diferentes historias con distintos personajes: hombres que tienen a una mujer muy incisiva y decidida pisándole la sombra (no olvidemos que todo transcurre en la Edad Media donde el hombre y la espada eran uno sólo, la estrategia de la guerra y la pelea por el orgullo estaban a la orden del día y, por el contario, la mujer era un simple adorno, una portadora de vientre, “un hombre imperfecto” según Tomás de Aquino). En la serie, ellas toman la posta y están a cargo de las decisiones más importantes. Ellas declaran la guerra o la paz al enemigo, persuaden a su hombre a pelear o quedarse sentados en su silla. En fin, son fuertes y decididas. Jóvenes o viejas, todas luchan por los suyos. Los hombres son simples títeres, peculiaridad que no puede pasarse por alto en una historia donde el eje central es la lucha por el poder y la ambición por el trono.
Desde que estrenó Game of Thrones el año pasado, el hilo principal de la historia es la puja constante entre las grandes familias del reino por la posesión del tan preciado trono de hierro. Paralelamente, se van entrelazando diferentes historias con distintos personajes: hombres que tienen a una mujer muy incisiva y decidida pisándole la sombra (no olvidemos que todo transcurre en la Edad Media donde el hombre y la espada eran uno sólo, la estrategia de la guerra y la pelea por el orgullo estaban a la orden del día y, por el contario, la mujer era un simple adorno, una portadora de vientre, “un hombre imperfecto” según Tomás de Aquino). En la serie, ellas toman la posta y están a cargo de las decisiones más importantes. Ellas declaran la guerra o la paz al enemigo, persuaden a su hombre a pelear o quedarse sentados en su silla. En fin, son fuertes y decididas. Jóvenes o viejas, todas luchan por los suyos. Los hombres son simples títeres, peculiaridad que no puede pasarse por alto en una historia donde el eje central es la lucha por el poder y la ambición por el trono.