Canciones for export
por Ezequiel Palomeque
_ Argentina ya no sólo es exportadora de soja,
trigo y carne, entre otras materias primas, sino que, en estos últimos años,
también lleva los cánticos de las hinchadas del fútbol local hacia otras
latitudes.
Comenzó con los países vecinos: Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia fueron copiando distintas canciones, adaptándolas casi siempre a sus diferentes acentos. Como ejemplo podemos mencionar a Los de abajo, la barra brava de la Universidad de Chile, que tiene varios en su repertorio:
Comenzó con los países vecinos: Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia fueron copiando distintas canciones, adaptándolas casi siempre a sus diferentes acentos. Como ejemplo podemos mencionar a Los de abajo, la barra brava de la Universidad de Chile, que tiene varios en su repertorio:
_ Poco a poco, esta tendencia fue expandiéndose,
hasta que casi todos los equipos de Sudamérica pasaron a cantar en sus canchas
por lo menos un tema de alguna banda argentina conocida de rock nacional o
de cumbia. Aquí dejamos uno de los tantos ejemplos, se trata de Barón Rojo,
la hinchada del América de Cali de Colombia, coreando el conocido “Se mueve
para acá, se mueve para allá”, o el “Pongan huevos sin cesar, que esta noche
tenemos que ganar”, entre otras:
_Las canciones argentinas siguieron su camino
en México a comienzos de la década pasada, comenzando por el Pachuca y el
América, pero rápidamente repetido por los demás clubes importantes del país
azteca, como Chivas, Pumas y Cruz Azul. Los Rayados de Monterrey tampoco se
quedan atrás y en su Estadio Tecnológico entonan varios cánticos muy similares,
en cuanto a la letra, a los del Club Atlético Independiente:
_ Para completar con el continente no quedaba
otra alternativa que dar el paso hacia los Estados Unidos, país en donde el
fútbol (o soccer, como le llaman ellos) tuvo un boom a partir del año 2000. Hoy en día, podemos ver a los hinchas de los Red Bull de Nueva York cantando “…esta noche, tenemos que ganar” ¡en español! En algunos equipos norteamericanos
incluso hay un pequeño grupo que hace las veces de barra brava y que está
compuesto en su mayoría por argentinos y uruguayos que viven allí, quienes proponen las canciones y a veces las traducen o adaptan al inglés:
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Sin embargo, no sólo América se ha servido de
los cánticos argentinos de fútbol, sino que se trata de un fenómeno que ya ha
excedido los límites de nuestro continente. Varias hinchadas de clubes
españoles han decidido ya desde hace un tiempo incorporar a su lista temas como
el conocido “…mi buen amigo, esta campaña volveremos a estar contigo”, el cual
fue adoptado como tema oficial del Real Madrid. Los Ultras, como se hacen
llamar los hinchas más fervorosos del Merengue, corean en cada partido otras conocidas
melodías, como la de “Cómo no te voy a querer”:
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_ Por último, como si esto fuera poco, la
hinchada japonesa del Ventforet Kofu
hizo hace un par de años su propia versión de la canción de Turf, “Pasos al
costado”. De no creer:
_ Sin dudas
esta exportación masiva de canciones de cancha se debe a que desde afuera se
percibe la pasión con la que se vive el fútbol en Argentina, comparable
solamente quizás con Brasil o Inglaterra, y se pretende imitar entonces esta
efusión y este calor que las hinchadas de los clubes argentinos le brindan a
sus equipos. Basta decir que en el 2006, The
Observer, un diario inglés de los más importantes, sacó una publicación con
los 50 mejores eventos deportivos del mundo y ubicó al Boca-River en el primer
puesto, porque según el artículo aquí es dónde se vive la verdadera pasión del
fútbol.
No hay nada de malo con la exportación de canciones en sí, el problema es si además se exporta en el mismo combo esos conceptos tan arraigados en nuestro ambiente, como el de ganar los partidos en las tribunas, insultar y discriminar a la otra hinchada e incluso correrla y atacarla. Porque ese sentimiento inigualable con el que se vive el fútbol en nuestro país viene acompañado de un grado cada vez más alto de agresividad e intolerancia por el otro, lo cual hizo que la cancha dejara de ser un lugar para la familia. No sería bueno que eso también se imite desde afuera.
No hay nada de malo con la exportación de canciones en sí, el problema es si además se exporta en el mismo combo esos conceptos tan arraigados en nuestro ambiente, como el de ganar los partidos en las tribunas, insultar y discriminar a la otra hinchada e incluso correrla y atacarla. Porque ese sentimiento inigualable con el que se vive el fútbol en nuestro país viene acompañado de un grado cada vez más alto de agresividad e intolerancia por el otro, lo cual hizo que la cancha dejara de ser un lugar para la familia. No sería bueno que eso también se imite desde afuera.